Me llamo Lety y odio a mis vecinos.
Guarrillo, tiene 15 años y es mi vecino de arriba.
Es un niño que cada vez que se ducha,se mete sin prepararse la toalla,por lo que,cuando termina de ducharse,siempre grita: el albornozzzzzzz para que alguien de su familia se lo traiga.Con ésta técnica,sé cuando el niño se ducha,a qué horas y con que frecuencia....y debo decir,que la frecuencia es poca...sí,Guarrillo es un poco cerdo,y doy gracias por ello,porque si no,sería día sí y día también escuchando sus gritos.
Otra cosa que me pone muy nerviosa,es el tono con el que dice la palabra albornoz,parecido a los vídeos a cámara lenta en donde la voz simula derretirse,algo así como: eeeel aaalbuuoorrrrnozzzzzz.
El tema del albornoz,hace que la familia esté esclavizada y que tenga que estar pendiente de cuando el niño sale de la ducha para traérselo.Y digo yo ¿qué le cuesta a Guarrillo meterse su puñetero albornozpor el culo en el baño,antes de entrar en la ducha?¿por qué su familia sigue año tras año y día tras día trayéndole el albornoz sin quejarse?
El caso es que el otro día,estando en el baño,volví a oir al niño diciendo: el albornozzzzzzzzz y no pude más y en un ataque de ira,me acerqué a la rejilla del baño y grité: te voy a rajar el albornozzzzz. Creo que Guarrillo me oyó (como para no oírme) ,pero no dijo nada.Desde entonces,no ha vuelto a decir la palabra albornoz y mi problema se ha solucionado. En realidad,todos deberían darme las gracias,especialmente su familia a la que he librado de la dura tarea de traer el albornoz a su hijo día tras día, y de aguantarse las ganas de llamarle gilipollas,que seguro que les estaba entrando hasta un sarpullido...tanto aguantar no es bueno.
Ahora,solo me queda acabar con los partidos de fútbol que Guarrillo echa a las 8 de la mañana de los sábados con sus dos hermanos en la habitación.
Guarrillo, tiene 15 años y es mi vecino de arriba.
Es un niño que cada vez que se ducha,se mete sin prepararse la toalla,por lo que,cuando termina de ducharse,siempre grita: el albornozzzzzzz para que alguien de su familia se lo traiga.Con ésta técnica,sé cuando el niño se ducha,a qué horas y con que frecuencia....y debo decir,que la frecuencia es poca...sí,Guarrillo es un poco cerdo,y doy gracias por ello,porque si no,sería día sí y día también escuchando sus gritos.
Otra cosa que me pone muy nerviosa,es el tono con el que dice la palabra albornoz,parecido a los vídeos a cámara lenta en donde la voz simula derretirse,algo así como: eeeel aaalbuuoorrrrnozzzzzz.
El tema del albornoz,hace que la familia esté esclavizada y que tenga que estar pendiente de cuando el niño sale de la ducha para traérselo.Y digo yo ¿qué le cuesta a Guarrillo meterse su puñetero albornoz
El caso es que el otro día,estando en el baño,volví a oir al niño diciendo: el albornozzzzzzzzz y no pude más y en un ataque de ira,me acerqué a la rejilla del baño y grité: te voy a rajar el albornozzzzz. Creo que Guarrillo me oyó (como para no oírme) ,pero no dijo nada.Desde entonces,no ha vuelto a decir la palabra albornoz y mi problema se ha solucionado. En realidad,todos deberían darme las gracias,especialmente su familia a la que he librado de la dura tarea de traer el albornoz a su hijo día tras día, y de aguantarse las ganas de llamarle gilipollas,que seguro que les estaba entrando hasta un sarpullido...tanto aguantar no es bueno.
Ahora,solo me queda acabar con los partidos de fútbol que Guarrillo echa a las 8 de la mañana de los sábados con sus dos hermanos en la habitación.
Desde la música: Joaquín Sabina- y sin embargo